El monitoreo indígena del gusano de seda en el Ártico y Siberia

El monitoreo indígena ha hecho posible documentar un aumento en la distribución de las especies exóticas invasoras a lo largo del Ártico y Siberia. Una de estas especies es la polilla de seda, una de las plagas de insectos más peligrosas, que actualmente se está desplazando hacia el norte. Los gusanos de seda son difíciles de encontrar y los pueblos indígenas están desempeñando un papel fundamental alertando a los funcionarios sobre nuevos avistamientos.

Las orugas de las polillas de seda destruyen los bosques coníferos, y cientos de miles de hectáreas de bosques en Rusia han sido destruidos en un corto período de tiempo. ¹ En las áreas afectadas ya no quedan aves ni alimentos para los animales (incluidos los renos). Los árboles infectados tienen que ser cortados, y los beneficios de esta tarea van a las empresas madereras, muchas de las cuales son chinas. Las formas de vida tradicionales de las comunidades, el uso de la tierra y las prácticas espirituales se ven afectados porque las comunidades ya no pueden utilizar estas zonas.

La totalidad de Siberia está enfrentando una invasión sin precedentes de polillas de seda y millones de hectáreas de valiosas plantaciones y bosques de coníferas ya han sido destruidas. Se ha documentado la presencia del gusano de seda hacia el norte, tan lejos como Yakutia (latitud 62°N), en donde la temperatura varía entre +38°C y –64°C. Los científicos han confirmado los resultados de los pueblos indígenas de que la propagación de las polillas de seda se debe a la creciente ocurrencia de un clima cálido y seco, que favorece su reproducción, y que también ha provocado incendios en grandes áreas de la taiga siberiana. El principal impulsor de la invasión de la polilla de seda es el cambio climático y la falta de control transfronterizo (por ejemplo, en relación con el comercio de madera).