Loky Manambato es un paisaje altamente diverso en el noreste de Madagascar que abarca 250.000 hectáreas e incluye altos macizos montañosos, zonas boscosas, pastizales y una zona marina/costera. Limitada por dos ríos, el área toma su nombre del río Loky, al norte, y del río Manambato, al sur. El núcleo principal de población es la comuna de Daraina, aunque también hay comunidades locales asentadas en otras partes del territorio.
Loky Manambato – un área protegida desde 2015
Loky Manambato está clasificado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como categoría V: Paisaje Marino/Terrestre Protegido. Estas áreas protegidas se definen como espacios “donde la interacción entre las personas y la naturaleza, a lo largo del tiempo, ha producido un carácter distintivo con un valor ecológico, biológico, cultural y escénico significativo; y donde salvaguardar la integridad de esta interacción es vital para proteger y mantener el área y sus valores de conservación de la naturaleza y otros valores asociados”.1
Antes del año 2000, los bloques forestales de Loky Manambato eran explotados de forma intensiva. En cogestión con las comunidades, se estableció una estación forestal de múltiples usos para proteger la biodiversidad. El sitio no se colocó bajo protección temporal hasta 2005.2 Desde entonces, ha sido gestionado por Fanamby, una organización malgache sin ánimo de lucro que apoya a las comunidades locales y promueve la sostenibilidad de la biodiversidad en Madagascar, ampliando la participación a todos los actores del paisaje.
Loky Manambato obtuvo su estatus oficial de área protegida mediante el Decreto Nº 2015-759 del 28 de abril de 2015.
Los bosques de manglar de Loky Manambato
El área incluye una zona marina de 15.000 hectáreas. Este armonioso paisaje protegido se encuentra en el distrito de Vohémar, en Madagascar. Contiene 2.000 hectáreas de manglares a lo largo de la costa oriental, en la comuna rural de Ampisikinana, que se extiende por seis pueblos y diez aldeas.
Los manglares de Loky Manambato se desarrollan en estuarios y zonas costeras, donde el suelo blando está dominado por árboles de la familia Rhizophoraceae. Entre las especies más comunes se encuentran Ceriops tagal y Rhizophora mucronata, plantas adaptadas a la alta salinidad del agua. Estas especies desempeñan un papel crucial en la productividad pesquera costera e incluso pelágica (mar abierto/océanica) en las regiones tropicales, proporcionando un hábitat esencial para muchas especies de invertebrados, incluidos camarones y peces, que allí pasan parte de su ciclo de vida.
Las mujeres se autoorganizan para gestionar los manglares
Más allá de la biodiversidad, estos ecosistemas también constituyen una fuente sostenible de ingresos para las mujeres de la zona.
Antes de la creación de Fanamby en 1997, Loky Manambato era gestionado por el Estado malgache, y las comunidades locales vivían allí sin restricciones ni regulaciones específicas. Las comunidades ribereñas tenían acceso ilimitado a los recursos naturales.
Los hombres pescaban en el mar y a menudo se enfrentaban a condiciones climáticas difíciles, a veces arriesgando sus vidas. Salían a pescar por la tarde y regresaban al amanecer con pescado, pero debido a la sobreexplotación y la gestión pobre de los manglares, la calidad de las capturas disminuyó, y los precios de venta eran muy bajos. Sus ingresos mensuales no cubrían sus necesidades.
Ante esta difícil situación, las esposas de los pescadores decidieron tomar un papel activo, con la esperanza de que las condiciones mejorarían a largo plazo. Su iniciativa fue notable en el contexto de la sociedad tradicional malgache, donde las mujeres suelen ser marginadas y relegadas a tareas domésticas o de menor esfuerzo, como la preparación de productos. La idea de unirse y actuar colectivamente ya había surgido en reuniones públicas y comunitarias.
Los hombres siguieron pescando mientras las mujeres crearon una asociación única en Ampasimadera para gestionar los recursos naturales. Así nació la Asociación de Mujeres de Ampasimadera, encargada de gestionar los manglares, sabiendo que en ellos habitan recursos pesqueros como cangrejos, camarones y peces.
Después de dos años, las integrantes de la asociación ya habían notado una mejora en los ingresos de sus hogares. En consecuencia, los hombres comenzaron a reconocer que la organización de las mujeres en asociaciones había traído esperanza y progreso a su calidad de vida, sin importar las consideraciones de género preestablecidas.
Con la llegada de Fanamby, las actividades diarias ya no podían realizarse sin autorización ni sin respetar las normas de manejo. Los manglares se declararon hábitat protegido de recursos pesqueros, respaldados por la ley para asegurar la supervivencia de las poblaciones dependientes de la pesca. Fanamby adoptó una política de cogestión, permitiendo que las comunidades que vivían en la zona protegida participaran en la toma de decisiones. Así se crearon tres asociaciones adicionales, ya que este sistema de cogestión ofrece mayores ventajas a las comunidades locales para acceder a sus recursos.
Aunque al principio los pescadores no comprendían bien esta nueva situación, el apoyo de Fanamby aumentó su conciencia y su aceptación. En la actualidad, existen 18 asociaciones de pescadores con 534 miembros en Loky Manambato, y se han establecido nueve sitios de gestión comunitaria, directamente administrados por los propios pescadores.
En las zonas rurales de Madagascar, las mujeres rara vez asumen roles de liderazgo, lo que hace que su participación en la gestión de los manglares sea especialmente significativa. En la fotografía, unas veinte mujeres y niñas se reúnen mientras este esfuerzo colectivo continúa creciendo. Crédito: Fanamby.
Autora/Autor
- Nicolas Salo, Fanamby
Ecosistemas
- Marino y costero
Temas
- Género
- Conservación y uso sostenible
Tipo
- Forma corta
Fecha
- Este estudio de caso está incluido en el informe Enabling Pathways for Rights-based Community-led Conservation, publicado el 17 de septiembre de 2025 por Rights and Resources Initiative, ICCA Consortium y Forest Peoples Programme
Las reuniones periódicas ayudan a las mujeres a participar de forma más activa en la generación y diversificación de sus ingresos, al tiempo que planifican el uso sostenible de los recursos de los manglares. Crédito: Fanamby.
Asociaciones de mujeres multifacéticas
Desde 2020, cuatro asociaciones de mujeres con 114 integrantes se han comprometido a gestionar los manglares en sus localidades:
- VMH – Mujeres Protectoras de los Manglares de Soafagneva: 24 mujeres de 16 hogares, de entre 20 y 60 años, gestionan 649 hectáreas de manglares. Su actividad principal es la pesca de cangrejos, que venden a recolectores a 1 USD por kg. Entre 2002 y 2023 restauraron 2,92 hectáreas de manglares.
- FMTIA – Mujeres Protectoras del Medio Ambiente de Ambavarano: 51 mujeres de 47 hogares, de entre 15 y 50 años, gestionan 351 hectáreas. Pescan cangrejos y pulpos, recolectan y secan pescado, que luego venden a recolectores de la ciudad de Vohémar. Han restaurado 1,67 hectáreas de manglar.
- VEMIA – Mujeres Bien Organizadas de Ampasimadera: 27 mujeres de 24 hogares, de entre 25 y 65 años, gestionan 53 hectáreas. Cultivan algas y pescan camarones, cangrejos, calamares y pulpos. Gracias a la cogestión entre las comunidades y a la administración del Área Marina Protegida de Loky Manambato, estas tienen una situación económica favorable. Han restaurado 8,61 hectáreas.
- FIMIHA – Asociación de Mujeres Unidas para el Desarrollo de Ampasimena: 12 mujeres de 12 hogares, de entre 22 y 55 años, gestionan 37 hectáreas y han restaurado 6,26 hectáreas. Su principal actividad consiste en la recolección y preparación de productos pesqueros para el mercado de Antsiranana.
Además de la pesca y la recolección, las cuatro asociaciones de mujeres en Loki Manambato también se dedican a la artesanía, tejiendo materiales vegetales locales para elaborar esteras/alfombras y soubiques.3Una persona puede producir cinco esteras por semana, vendidas a 1,75 USD cada una; un soubique se vende a 0,88 USD.
Los ingresos mensuales por hogar de las integrantes oscilan entre 25 y 55 USD, una cantidad significativa en comparación con el nivel de vida de la región.
Un futuro donde los manglares serán gestionados sosteniblemente por asociaciones de mujeres
Como entidad gestora del área, Fanamby fomenta la participación femenina apoyando a las asociaciones de mujeres, que, en conjunto, agrupan 99 hogares, gestionan 1.090 hectáreas de manglares y han restaurado 19,46 hectáreas, lo cual es poco común en la gestión de áreas protegidas.
Cada año, Fanamby organiza dos talleres de formación para fortalecer las capacidades organizativas de las asociaciones y, en especial, apoyar sus iniciativas de conservación, así como la artesanía y el procesamiento de productos pesqueros. Esta práctica constituye un modelo de buena gestión que puede replicarse en otras aldeas para asegurar la preservación y la conservación de todos los manglares.
En 2023, Loky Manambato recibió cinco visitas institucionales de entidades encargadas de la gestión de los recursos naturales.
En el futuro, todos los manglares de Loky Manambato serán gestionados por asociaciones de mujeres, lo que garantizará una explotación racional y económicamente sostenible.
En Loky Manambato, las mujeres desempeñan un papel clave en la restauración de los manglares. En la fotografía, decenas de mujeres se reúnen en una parcela con plantones para participar en las labores de restauración. Crédito: Fanamby.
Recomendaciones para los responsables de la toma de decisiones
La misión de Fanamby es colaborar con las comunidades locales para fortalecer la resiliencia en la conservación de la biodiversidad. Se sugieren las siguientes tres recomendaciones principales:
- Financiar directamente la adaptación de las comunidades locales frente a los efectos del cambio climático y facilitar su acceso a fondos mediante un mecanismo de financiamiento directo para dichas comunidades.
- Desarrollar cadenas de valor y sectores económicos con acceso facilitado a los mercados, garantizando una distribución equitativa de los beneficios.
- Fortalecer la resiliencia económica mediante la sostenibilidad financiera de prácticas económicas y comerciales existentes, como el ecoturismo, la pesca responsable y la agricultura sostenible, impactando positivamente en la participación comunitaria en la conservación de la biodiversidad y los recursos naturales.
References
- Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) (2008). Directrices para la aplicación de las categorías de gestión de áreas protegidas (N.º 29). UICN. Disponible en: https://portals.iucn.org/library/efiles/documents/paps-016-es.pdf
- Rakotondravony, H. (2009). Aspectos de la conservación de reptiles y anfibios en la región de Daraina. Madagascar Conservation & Development, vol. 1, n.º 1. Disponible en: https://www.ajol.info/index.php/mcd/article/view/44118
- El soubique es una cesta tradicional de Madagascar, elaborada principalmente con materiales locales como hojas de palmera. Es un elemento importante de la vida cotidiana de muchas comunidades, especialmente para las mujeres, que suelen ser las responsables de su fabricación. Además de su función para el almacenamiento y el transporte de productos de la agricultura y la pesca, el soubique representa una parte esencial de la cultura y las tradiciones malgaches.







