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La gente no ve que los pastores trabajamos para la naturaleza: manejamos sus pastos, manejamos las malezas, los arbustos y los juncos. La gente piensa que toda esta diversidad viene únicamente de la naturaleza; piensan que estos pastizales sobrevivirán si pastoreo. Si los pastores desaparecen, también desaparece la carne.

Ahora, los animales salvajes tienen cada vez menos espacio para vivir porque la gente sigue entrando, invadiendo sus hábitats. En el pasado, había un mayor número de escarabajos porque había más boñigas con escarabajos coprófagos para que las aves se alimentaran. Ahora que en muchas áreas se ha abandonado el pastoreo, el área se ha vuelto salvaje. El prado está sucio, lleno de basura, arbustos y especies invasoras. Muchas áreas naturales (incluidas las áreas protegidas por el gobierno) sufren de un pastoreo inadecuado o abandonado.

Sin embargo, las cosas están mejorando en nuestro país. Hace 20 años, los guardas de la conservación no nos hablaban. Nos criticaban sin hacernos preguntas. Ahora paran y podemos hablar del pastoreo y el manejo de pastizales. Estamos de acuerdo en aproximadamente el 90 por ciento de las cosas, por lo que podemos encontrar buenas soluciones. Por ejemplo, revivimos una vieja práctica manejo de las praderas: pastoreamos las praderas a principios de la primavera, para poder cortar el heno más tarde, cuando las regulaciones de la Unión Europea lo permitan. Y esto también es bueno para las aves que se reproducen en el suelo.

Necesitamos reconocer los conocimientos de los demás. Deberíamos enseñarnos unos a otros. Muchos conservacionistas dicen que nuestro pastoreo tradicional es muy necesario en las áreas protegidas porque hace muchos milenios había caballos salvajes, ganado salvaje y bisontes, y estos hábitats necesitan pasto para mantener su biodiversidad. Otros solo ven las áreas de pastoreo excesivo manejadas por «pastores» con menos conocimientos.

El pastoreo adecuado necesita pastores con conocimientos. De lo contrario, el ganado solo comería la buena hierba. Muchas áreas todavía tienen su propio pastor que conoce el área y dónde y cuándo se puede pastar, y que animal puede hacerlo. Sin los pastores, estas áreas ya no serían pastos, solo terrenos accidentados. Las ovejas y el ganado tienden a pastar en exceso algunas partes del pasto.

Pero si un pastizal no es pastoreado en absoluto, se llenaría de malezas. Los pastos se arruinarían y se volverían salvajes al no haber ganado en ellos. Los arbustos espinosos y los cardos se extenderían, y en consecuencia deberían ser cortados por los conservacionistas con máquinas costosas con altos precios de combustible.

Los pastores pueden también ayudar a preservar estos pastizales abandonados. Con el pastoreo, los pastos se vuelven mucho más limpios; se refrescan. Llegan más pájaros. La vida silvestre tiene un ciclo, que requiere del ganado. Mucha gente no considera que el conocimiento de los pastores sea un conocimiento real. No aprendimos de los libros, heredamos este conocimiento, nacimos en él. Si la gente nos respetara un poco más, eso tendría un significado enorme.

Un pastor cuida su rebaño Cortesía de: Abel Peter
Autora/Autor
  • László Sáfián, Pastor, Hajdúsámson, Hungary
  • Zsolt Molnár, etnoecólogot, MTA, Hungary
Ecosistemas
  • Pastizales y Matorrales
Temas
  • Conocimientos, cultura y uso sostenible
Tipo
  • Forma corta
Fecha
  • Este estudio de caso forma parte de LBO-2, publicado originalmente en 2020.